Cuando llega la etapa de la adolescencia, es dificil gestionar todas esas hormonas revolucionadas....
Los padres perdemos algunas veces los papeles, y decimos cosas como «a mí no me grites» chillando, tal vez deberíamos dar a entender a nuestros hijos que no somos sus enemigos y decirles «si yo te hablo bien, te pido lo mismo» entiendo, que nuestra forma de hablarles en ocasiones,parece más una exigencia e imposición, que abordar los temas de otra manera.
Si nada más verlos , les saludaramos y preguntaramos por como les ha ido el día... al pedirles algo, lo podríamos hacer con un toque de humor,es una buena manera de educar y aliviar tensiones entre tantas hormonas dando palmas.
Un consejo: si tratas con respeto a tus hijos, el día de mañana tus hijos lo predicaran.
...una cosa: -mereces que el/ella te respete siempre?
Buena suerte amig@s, y paciencia!
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