La bronquitis en niños
La bronquitis tiene lugar cuando se inflaman los bronquios,
una intrincada red que une la tráquea con los pulmones: subdiviéndose
como las ramas de un árbol, los bronquios son cada vez más delgados
hasta convertirse en unos finos canales llamados bronquiolos, donde se
produce el intercambio del aire rico en oxígeno por el dióxido de
carbono.
Síntomas de la bronquitis
- El síntoma más evidente es la tos persistente acompañada de dificultad para respirar, el malestar general y, a veces, la fiebre.
- El niño puede tener fiebre o no, pero siempre tiene un aspecto cansado, respira con dificultad y está muy débil.
- El diagnóstico de la bronquitis siempre debe hacerlo el pediatra, porque es necesario auscultar los bronquios. En general, se produce un broncoespasmo,
causado por un estrechamiento de los bronquios: el niño respira con
dificultad y tiene una tos seca y insistente, que a veces provoca
náuseas.
La bronquitis aguda
En general, la causa un virus y es el resultado de la complicación de un simple resfriado o de una gripe.
Al cabo de unos días, aparece la tos, que al principio es seca y
constante, para posteriormente volverse profunda y con abundante
secreción de mucosidad, primero líquida y más tarde, densa. Debido a la
inflamacion, la mucosa de los bronquios se engrosa y produce moco y pus,
que son expulsados en forma de líquido denso de color amarillento y
verdoso. Frecuentemente, se siente un dolor localizado detrás del
esternón. A veces, el niño tiene fiebre y respira con dificultad emitiendo silbidos (sibilancia) y estertores. La enfermedad aparece de improviso, y se cura a los pocos días a menos que surjan complicaciones.
La bronquitis subaguda o prolongada
Casi siempre está causada por una infección bacteriana
y está acompañada por sinusitis. En ocasiones, una bronquitis de tipo
bacteriano se superpone a una bronquitis de origen viral, lo cual
complica su evolución.
La bronquitis crónica o frecuente
Tiene lugar cuando los episodios de bronquitis aguda causada por virus o bacterias se producen cuatro o cinco veces al año.
Habitualmente, la repetición de estos episodios se debe a una
constitución alérgica o a problemas inmunológicos. En esta forma de
bronquitis, como consecuencia de la inflamación, los bronquios se
estrechan o permanecen obstruidos y producen moco continuamente (asma).
Tratamiento de la bronquitis
- En general, si el niño tiene dificultad para respirar, se le administran fármacos broncodilatadores. Si la bronquitis es de origen bacteriano, también se le prescriben antibióticos para tomar durante 7-10 días.
- En presencia de bronquitis aguda, hay que dar de beber muchos líquidos para favorecer la fluidificación del moco y ayudarle a respirar mejor.
- Las inhalaciones son muy útiles para el
tratamiento de la bronquitis. En un cazo con agua hirviendo, introducid
algunas gotas de uno o dos de los siguientes aceites esenciales: bálsamo
de Canadá, eucalipto, olíbano, mejorana, sándalo o tomillo. A
continuación, haced inhalar al niño los vapores después de haberle
puesto una toalla en la cabeza para encauzar el vapor. Repetid este
procedimiento 3-4 veces al dia.
- No hay que dar al niño por iniciativa propia jarabe para la tos, pues, en caso de bronquitis, la tos es un mecanismo de expulsión del moco muy útil, que no se debe eliminar.
- Si la bronquitis está relacionada con una alergia a los ácaros, no se deben utilizar humidificadores, debido a que, en los ambiente húmedos, los ácaros se reproducen mucho más rápidamente.
- Si el niño no padece bronquitis frecuentes, no le tengáis en casa
por miedo a que recaiga, ya que jugar al aire libre, mejor si es lejos
de calles con mucho tráfico, ayuda a reforzar las defensas del
organismo.
Remedios "caseros" para la bronquitis
Estos remedios pueden ser útiles como coadyuvantes del tratamiento de
base, pero, antes de adoptarlos, es necesario pedir la opinión del
pediatra.
- Para reforzar la respuesta inmunitaria, se pueden
administrar al niño 20 gotas de esencia de kinesia, diluida en un poco
de agua, tres veces al día hasta que el niño mejore.
- Para combatir y prevenir las infecciones bacterianas,
se pueden administrar al niño 10 gotas de própolis diluidas en un poco
de agua, tres veces al día durante 3-4 semanas, en el momento de mayor
ambiente epidemiológico de la enfermedad.
- Para favorecer la fluidificación del moco, haced
una cataplasma de mostaza. Mezclad una parte de harina de mostaza con
tres partes de harina blanca de trigo; añadid tanta agua tibia como sea
necesaria para formar una masa con la consistencia de una papilla.
Introducid el preparado entre dos paños y apllicadlos al pecho del niño.
Cuidado con la temperatura. Los chinos utilizan jenjibre en lugar de
mostaza.
Cuándo acudir al pediatra
Hay que llamar inmediatamente al pediatra si:
- El niño tiene menos de cinco meses y está resfriado, y tiene tos, aunque no tenga fiebre.
- Tiene una respiración jadeante.
- Al cabo de tres días de inicio de una bronquitis aguda, no se perciben signos de mejoría.
- Junto al moco aparece sangre.
- La fiebre es superior a los 38ºC.
- Se advierten los síntomas de una bronquitis crónica.
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